Yo estuve aquí

17.4.16

  • Autora: Gayle Forman.
  • Editorial: Puck
  • Páginas: 288
  • ISBN: 9788496886476

" Ella era como una rosa que crece en el desierto: confundía a la gente. "

Qué bonito reencontrarse con Gayle Forman después de tanto tiempo. Si me seguís sabréis que llevo bastante al día sus publicaciones y, es que, aunque no otorgo a sus libros las cinco estrellitas siempre consigue dejarme con un buen sabor de boca. El año pasado apenas leí un par de novedades y entre ellas no entró "Yo estuve aquí" pero de este año no pasaba. Y así es como me enfrasqué en esta polémica lectura, en la que Forman trata de cerca el suicidio en adolescentes.

La novela se inicia con el suicidio de Meg, la mejor amiga de Cody, hecho que la deja confundida y, por supuesto, dolida. Hasta ese día Meg estudiaba en Tacoma y era una alumna absolutamente brillante, a más de amigable, simpática y carismática, con una personalidad que atraía a todo el mundo y le abría mil puertas. ¿Cómo puede alguien como Meg deteriorar hasta el punto de cometer suicidio sin que nadie se percate de nada? Esa es una de las muchas cosas que pesan en el interior de Cody, ¿por qué a Meg no se le ocurrió decirle nada sobre su situación? ¿Por qué ella no se dio cuenta? Tras varias ceremonias religiosas el tema está casi dado por cerrado (aunque la herida sigue abierta) y tiene asumido que darle más vueltas no la llevará a ninguna parte. Pero entonces los padres de Meg le piden que, por favor, vaya a la residencia de su hija y recoja las cosas que considere importantes. Su breve estancia en Tacoma supone un punto de inflexión en la novela pues Cody comprende que no sabe nada de Meg ni de la vida que ha estado llevando desde que se trasladó a la universidad. Y, poco a poco, intentando uni cabos, sus sospechas se avivan.

Cody es la protagonista de Yo estuve aquí y es un personaje con el que he congeniado desde la primera página. Su manera de actuar, pensar y expresarse me han hecho conectar con la historia y disfrutarla muchísimo. Cody es un personaje a la altura de las circunstancias en la que se encuentra y la vida que ha llevado. Ella no es Meg, no está dotada de inteligencia ni de humor pero consigue sacar la situación adelante. Siempre me daba la sensación que Cody estaba al borde del colapso mental, llena de rabia, dudas, penas y verla tan "perdida" por el suicidio de su amiga es algo que me rompió el corazón. Por otro lado es una amiga fiel, que a pesar de las circunstancias no cierra la puerta al recuerdo de Meg y se empeña a comprender lo sucedido... una búsqueda devastadora y no sólo por indagar en el suicidio de su amiga sino porque Forman se aventura en un terreno peligroso y poco tratado, tan real que da miedo.

Por otro lado tenemos a Meg, a ella no la conocemos directamente pero vamos reconstruyendo su personalidad a medida que la novela avanza, de modo que cuando llegamos al final podemos decir que conocemos a Meg casi tanto como a Cody. Pero en esta búsqueda peregrina no sólo se encuentran Cody y Meg sino que conocemos a personajes como Alice, Richard o Ben. Y de esto tres cabe destacar a Ben, al que podríamos definir como el crush de Meg y es que a pesar de su actitud alegre en sus ojos se refleja una culpa igual o semejante a la de Cody. Por otro lado tenemos a la devastada familia de Meg y a la peculiar madre de Cody, quienes proporcionan hogares totalmente diferentes a las jóvenes, algo que tiene que ver directamente con el carácter y madurez de los personajes.

Y tal como deduciréis, casi inevitablemente, Yo estuve aquí trata el tema contrario al suicidio; el amor. Forman nos habla del amor y del sentirse querido, nos habla del amor hacia nosotros y hacia el resto, del afecto que en medidas diferentes todos necesitamos dar y recibir. Me gusta mucho el enfoque que le da la autora, porque nunca recurre al drama en exceso ni se enreda en las descripciones, si hay algo que me gusta de sus obras es la claridad con la que se expresa. Su estilo es directo pero consigue hacerte llegar los matices y encogerte el corazón en más de una ocasión. De ella siempre me sorprende esa capacidad de llenarnos de emociones sin apenas decir nada. Y todo esto va muy ligado con cómo se trata el suicidio, pues la autora no nos dice directamente nada pero el mensaje que transmite es muy claro. Además, la nota de la autora al final del libro me ha parecido un cierre perfecto a la historia, aunque no forma ni siquiera parte de ella... sencillamente me pareció necesario que se sincerara y hablara directamente con el lector de este asunto. A continuación os dejo un fragmento de la nota en el que, a mi parecer, se puede apreciar lo dicho anteriormente; Gayle Forman habla sin tapujos del tema, se expresa de manera limpia y no nos intenta colar a la fuerza sus ideas respecto al suicidio.

Alguien muy cercano a mí intentó hace tiempo suicidarse. Esa persona recibió ayuda, y ha gozado de una vida larga y feliz. Si el suicidio es una puerta corredora de lo-que-puedo-ser, en el caso de Meg veo los fantasmas de las vidas que no llegaron a vivir, y en este otro caso, veo la cara de la otra moneda: una vida plena y feliz que pudo no haber existido.

Y ahora, pasemos a hablar de las cosas que no me gustaron tanto de Yo estuve aquí. No sé si hace falta decirlo pero la historia dentro de todo es bastante cliché y aunque Forman le da un enfoque diferente no cambia el hecho de que ya hemos visto o leído cosas semejantes y a primera vista no llama la atención. Después de esto hay dos puntos bastante criticados, que son el desarrollo de un romance -según muchos innecesario- y lo extraño y poco asombroso desenlace. Ambas cosas me parecen innegables y entiendo haya gente no muy satisfechas con ellas. En mi caso el romance tampoco me ha molestado ya que en ningún momento nos centramos en él. De hecho he leído reseñas reseñas en las que se crítica que no se desenvolupa como debería y desde mi punto de vista habría sido bastante erróneo darle más protagonismo que del que tiene. Es decir, no se trata de una novela romántica, la romance no es nuestra máxima prioridad y con que sea más o menos decente me doy por satisfecha. Por supuesto podría haberse eliminado y no afectaría demasiado al libro pero... qué queréis que os diga, me gustó la pareja que formaban así que no hay pegas por mi parte. Ahora pasamos al segundo punto y en este caso sí estoy medio decepcionada ya que el final es tan realista que te chafa.

En fin, Yo estuve aquí es una novela no muy innovadora a primera vista, pero escrita con mucha sensibilidad y que trata un tema arriesgado sin caer en el drama absoluto. Si no tuviera sentimientos habría puntuado esta novela con un tres en Goodreads pero como no es el caso he tenido que sincerarme conmigo misma y admitir que la novela me ha tocado hondo, lo que me lleva a otorgarle las cuatro estrellitas. Bromas aparte me parece que la historia ha sido muy sencilla y aunque en algunos aspectos se ha quedado a medias a mí no me ha decepcionado, pues ya no me importaba tanto lo que sucedía en si como la reconstrucción de Meg y su vida y la evolución de Cody con su descomunal empeño por comprender el suicidio de su mejor amiga y, de algún modo, hacerle justicia.

Historia de un canalla

10.4.16

  • Autora: Julia Navarro
  • Editorial: Plaza y Janés
  • Páginas: 864
  • ISBN: 9788401016950
"Tienes razón. No debemos casarnos. No al menos hasta que tú no te reconcilies cintigo mismo y con los demás. Mientras no lo hagas no serás feliz y por tanto no podrás hacer feliz a nadie."
¡Ya estoy de vuelta florecillas! Hoy toca hablar del último libro de Julia Navarro, Historia de un canalla. Es el primer libro que leo de esta reconocida autora española (aunque tengo La sangre de los inocentes en mis estanterías) y su lectura me ha sorprendido bastante. Si me seguís en redes también sabréis que ha habido momentos en los que la novela ha llegado a angustiarme bastante, hasta el punto en que me costaba retomar su lectura pues no hacía más que sufrir y sufrir. En fin, dramas aparte, no intentemos construir la casa por el tejado y vayamos al grano.

Thomas y su hermano James son niños bien acomodado en el centro de Nueva York, su padre es abogado de éxito y su madre ejerce de enfermera, y mientras el matrimonio trabaja cuentan con la atención de Maria. Thomas ha heredado el color y los rasgos latinos por parte de su familia materna mientras James ha heredado la tez clara y en general el aspecto típico de un neoyorquino procedente de buena familia (o al menos la idea tópica que nos viene a la cabeza) por parte de su familia paterna. Cuentan con unos abuelos y tíos dispuestos a servir y ante ellos se abren mil puertas, lujos y posibilidades... sin embargo eso no es suficiente para Thomas Spencer, nuestro protagonista, el "canalla" en el que se centra la novela y que pronto dejará al descubierto su lado más oscuro. Y como se suele decir; esto sólo es el principio.

Ahora que os he descrito un poco el ambiente familiar en el que crece Thomas vamos a centrarnos en él antes de empezar con el resto de personajes (de los que, como veréis, no hay demasiado que contar). Conocemos a Thomas de niño y ya de pequeño podemos apreciar que algo no va bien, en el sentido de que es cínico como ningún crío debería serlo y da rienda suelta a su maldad de manera considerablemente retorcida. Pero la cosa no va, precisamente, a mejor en los años que le siguen y cada vez las "travesuras" que comete son peores y más mal intencionadas. El caso es que tras terminar sus estudios decide irse a Londres (sin haber dado un palo al agua, por supuesto) y probar suerte en el mundo de los negocios. Y, sorprendentemente, al poco tiempo consigue hacerse un nombre.

Por la familia de Thomas he sentido un enorme pesar, tanto su madre, como su padre, como su hermano, como sus abuelos y sus tíos lo tratan con paciencia infinita. Pero tampoco quiero hablar mucho de ello pues tendría que adelantaros ciertos sucesos. Digamos que son una buena familia, no perfectos pero con buenas intenciones. Bien, como la historia se desarrolla a medida que Thomas crece (literalmente hablando ya que la novela está dividida en: Infancia, Juventud, Madurez y Declive) a lo largo de su vida van y vienen personajes constantemente, sin embargo hay uno que considero clave pues será el puente que mantendrá unido a Thomas Spencer con Nueva York. Y sí, es una mujer. Pero si pensáis que nuestro querido protagonista va tomar un rumbo distinto por su aparición os encontráis bastante lejos de la realidad. Él seguirá en lo suyo, ganando algún que otro cliente incondicional, haciendo visitas a casas de prostitutas, haciendo lo que quiere, como quiere y pisando todas las cabezas que haga falta y más.

Dejando de lado la historia y los personajes voy a hablaros un poco de mis impresiones personales, tal vez no me expreso demasiado bien pues tampoco tengo mis ideas muy claras... así que dadme un toque si no me hago entender. El libro empezó sobre ruedas, me parecía interesante la manera de pensar y actuar de Thomas, además siempre intentaba excusarlo, comprenderlo, etc pero hubo un punto en el que no pude seguir haciéndolo. Thomas terminó con mi paciencia al igual que lo hizo con la de sus familiares, amigos, amantes, etc. Es un personaje que no deja de causar angustias y por muy interesante que me estuviera resultando la historia me saturaba tanta maldad. Desde antes de la mitad lo único que deseaba era que Thomas muriera, y no es que le odiara pero me causaba mucha repulsión y angustia el daño que le hacía a todo el mundo. Por otra parte hay algo en mí que le compadece como a ningún otro personaje literario, es tan infeliz que su única alegría es causar daño y adquirir poder. En fin, que el comportamiento, actitud y pensar de Thomas me cansó y angustió el 90% del libro, entrecavando mi lectura más de una vez (porque necesitaba liberar mi mente de tanto estimulo negativo, recargar pilas, mentalizarme y todo eso, ya os hacéis una idea). Sin embargo, todo hay que admitirlo, Historia de un canalla sin un malvado a la altura de Thomas Spencer se habría quedado en poca cosa.

Es un libro de unas 900 páginas y ahora mismo no sabría deciros si me ha resultado "lento" de leer o no. Julia Navarro se expresa de manera directa pero hay detalles que no habría hecho falta recalcar.... Digamos que la historia se hace interesante y no es difícil de seguir pero no todo lo que se cuenta es de máxima relevancia. Las partes más pesadas han sido aquellas en las que Thomas empieza a contar todo lo que pudo haber hecho de otro modo para ser mejor persona y evitar jorobar el resto de personajes. Y es que me lo imagino en su lecho de muerte recordando todas las fechorías que nos va narrando y repitiendo cosas como "lo volvería a hacer" o "no me arrepiento". Por otro lado la parte más interesante del libro ha sido ver el tipo de trabajo, negocio o empresa en el que Thomas se involucraba y como lo manejaba o con qué gente se veía rodeado. No veía el momento en la fastidiara y recibiera una cura de humildad. Hay que decir que la vida de Thomas me ha parecido muy bien construida, no han habido vacíos ni momentos en los que no te la terminaras de creer, es bastante factible/ral... aunque espero que no haya mucha gente así desperdigada por el mundo.

En fin, la conclusión de Historia de un canalla es que la historia en si no se hace pasada y despierta la curiosidad y el interés del lector pero que, desde el punto de vista personal, me ha resultado una lectura complicada. Si sois sensibles u os negáis a creer en la maldad por la maldad no os recomiendo demasiado el libro porque os hará añicos... pero si os gusta sufrir creo que deberíais plantearos su lectura (aunque reconozcamos que todos los lectores tenemos un punto masoquistacurioso). Algo que se me ha olvidado comentar es la longitud de los capítulos, yo siempre he sido de las que ha de terminar el capítulo para cesar la lectura y en este caso no ha podido ser. Ya sólo me queda agradecer el envío del ejemplar por parte de Edición anticipada y a todos vosotros ¡Felices lecturas!