" Ella era como una rosa que crece en el desierto: confundía a la gente. "
Qué bonito reencontrarse con Gayle Forman después de tanto tiempo. Si me seguís sabréis que llevo bastante al día sus publicaciones y, es que, aunque no otorgo a sus libros las cinco estrellitas siempre consigue dejarme con un buen sabor de boca. El año pasado apenas leí un par de novedades y entre ellas no entró "Yo estuve aquí" pero de este año no pasaba. Y así es como me enfrasqué en esta polémica lectura, en la que Forman trata de cerca el suicidio en adolescentes.
La novela se inicia con el suicidio de Meg, la mejor amiga de Cody, hecho que la deja confundida y, por supuesto, dolida. Hasta ese día Meg estudiaba en Tacoma y era una alumna absolutamente brillante, a más de amigable, simpática y carismática, con una personalidad que atraía a todo el mundo y le abría mil puertas. ¿Cómo puede alguien como Meg deteriorar hasta el punto de cometer suicidio sin que nadie se percate de nada? Esa es una de las muchas cosas que pesan en el interior de Cody, ¿por qué a Meg no se le ocurrió decirle nada sobre su situación? ¿Por qué ella no se dio cuenta? Tras varias ceremonias religiosas el tema está casi dado por cerrado (aunque la herida sigue abierta) y tiene asumido que darle más vueltas no la llevará a ninguna parte. Pero entonces los padres de Meg le piden que, por favor, vaya a la residencia de su hija y recoja las cosas que considere importantes. Su breve estancia en Tacoma supone un punto de inflexión en la novela pues Cody comprende que no sabe nada de Meg ni de la vida que ha estado llevando desde que se trasladó a la universidad. Y, poco a poco, intentando uni cabos, sus sospechas se avivan.
Cody es la protagonista de Yo estuve aquí y es un personaje con el que he congeniado desde la primera página. Su manera de actuar, pensar y expresarse me han hecho conectar con la historia y disfrutarla muchísimo. Cody es un personaje a la altura de las circunstancias en la que se encuentra y la vida que ha llevado. Ella no es Meg, no está dotada de inteligencia ni de humor pero consigue sacar la situación adelante. Siempre me daba la sensación que Cody estaba al borde del colapso mental, llena de rabia, dudas, penas y verla tan "perdida" por el suicidio de su amiga es algo que me rompió el corazón. Por otro lado es una amiga fiel, que a pesar de las circunstancias no cierra la puerta al recuerdo de Meg y se empeña a comprender lo sucedido... una búsqueda devastadora y no sólo por indagar en el suicidio de su amiga sino porque Forman se aventura en un terreno peligroso y poco tratado, tan real que da miedo.
Por otro lado tenemos a Meg, a ella no la conocemos directamente pero vamos reconstruyendo su personalidad a medida que la novela avanza, de modo que cuando llegamos al final podemos decir que conocemos a Meg casi tanto como a Cody. Pero en esta búsqueda peregrina no sólo se encuentran Cody y Meg sino que conocemos a personajes como Alice, Richard o Ben. Y de esto tres cabe destacar a Ben, al que podríamos definir como el crush de Meg y es que a pesar de su actitud alegre en sus ojos se refleja una culpa igual o semejante a la de Cody. Por otro lado tenemos a la devastada familia de Meg y a la peculiar madre de Cody, quienes proporcionan hogares totalmente diferentes a las jóvenes, algo que tiene que ver directamente con el carácter y madurez de los personajes.
Y tal como deduciréis, casi inevitablemente, Yo estuve aquí trata el tema contrario al suicidio; el amor. Forman nos habla del amor y del sentirse querido, nos habla del amor hacia nosotros y hacia el resto, del afecto que en medidas diferentes todos necesitamos dar y recibir. Me gusta mucho el enfoque que le da la autora, porque nunca recurre al drama en exceso ni se enreda en las descripciones, si hay algo que me gusta de sus obras es la claridad con la que se expresa. Su estilo es directo pero consigue hacerte llegar los matices y encogerte el corazón en más de una ocasión. De ella siempre me sorprende esa capacidad de llenarnos de emociones sin apenas decir nada. Y todo esto va muy ligado con cómo se trata el suicidio, pues la autora no nos dice directamente nada pero el mensaje que transmite es muy claro. Además, la nota de la autora al final del libro me ha parecido un cierre perfecto a la historia, aunque no forma ni siquiera parte de ella... sencillamente me pareció necesario que se sincerara y hablara directamente con el lector de este asunto. A continuación os dejo un fragmento de la nota en el que, a mi parecer, se puede apreciar lo dicho anteriormente; Gayle Forman habla sin tapujos del tema, se expresa de manera limpia y no nos intenta colar a la fuerza sus ideas respecto al suicidio.
Alguien muy cercano a mí intentó hace tiempo suicidarse. Esa persona recibió ayuda, y ha gozado de una vida larga y feliz. Si el suicidio es una puerta corredora de lo-que-puedo-ser, en el caso de Meg veo los fantasmas de las vidas que no llegaron a vivir, y en este otro caso, veo la cara de la otra moneda: una vida plena y feliz que pudo no haber existido.
Y ahora, pasemos a hablar de las cosas que no me gustaron tanto de Yo estuve aquí. No sé si hace falta decirlo pero la historia dentro de todo es bastante cliché y aunque Forman le da un enfoque diferente no cambia el hecho de que ya hemos visto o leído cosas semejantes y a primera vista no llama la atención. Después de esto hay dos puntos bastante criticados, que son el desarrollo de un romance -según muchos innecesario- y lo extraño y poco asombroso desenlace. Ambas cosas me parecen innegables y entiendo haya gente no muy satisfechas con ellas. En mi caso el romance tampoco me ha molestado ya que en ningún momento nos centramos en él. De hecho he leído reseñas reseñas en las que se crítica que no se desenvolupa como debería y desde mi punto de vista habría sido bastante erróneo darle más protagonismo que del que tiene. Es decir, no se trata de una novela romántica, la romance no es nuestra máxima prioridad y con que sea más o menos decente me doy por satisfecha. Por supuesto podría haberse eliminado y no afectaría demasiado al libro pero... qué queréis que os diga, me gustó la pareja que formaban así que no hay pegas por mi parte. Ahora pasamos al segundo punto y en este caso sí estoy medio decepcionada ya que el final es tan realista que te chafa.
En fin, Yo estuve aquí es una novela no muy innovadora a primera vista, pero escrita con mucha sensibilidad y que trata un tema arriesgado sin caer en el drama absoluto. Si no tuviera sentimientos habría puntuado esta novela con un tres en Goodreads pero como no es el caso he tenido que sincerarme conmigo misma y admitir que la novela me ha tocado hondo, lo que me lleva a otorgarle las cuatro estrellitas. Bromas aparte me parece que la historia ha sido muy sencilla y aunque en algunos aspectos se ha quedado a medias a mí no me ha decepcionado, pues ya no me importaba tanto lo que sucedía en si como la reconstrucción de Meg y su vida y la evolución de Cody con su descomunal empeño por comprender el suicidio de su mejor amiga y, de algún modo, hacerle justicia.
En fin, Yo estuve aquí es una novela no muy innovadora a primera vista, pero escrita con mucha sensibilidad y que trata un tema arriesgado sin caer en el drama absoluto. Si no tuviera sentimientos habría puntuado esta novela con un tres en Goodreads pero como no es el caso he tenido que sincerarme conmigo misma y admitir que la novela me ha tocado hondo, lo que me lleva a otorgarle las cuatro estrellitas. Bromas aparte me parece que la historia ha sido muy sencilla y aunque en algunos aspectos se ha quedado a medias a mí no me ha decepcionado, pues ya no me importaba tanto lo que sucedía en si como la reconstrucción de Meg y su vida y la evolución de Cody con su descomunal empeño por comprender el suicidio de su mejor amiga y, de algún modo, hacerle justicia.